Actualmente vivimos un momento complejo que nos ha planteado retos importantes a nivel personal y profesional, desde cada uno de los roles que podemos desempeñar en los diversos escenarios de los que somos parte. Y es la educación y los maestros, unos de los llamados a acompañar y liderar procesos que permitan y posibiliten mantener y fortalecer los vínculos con los diferentes miembros de sus comunidades.
Potenciando los diversos medios para mantenernos conectados, para mantener el vínculo
Es fundamental recordar que educación no es sinónimo de escuela. La escuela, como espacio físico, es tan solo uno de los espacios para aprender y enseñar. En este sentido, para mantener la educación latiendo, proponemos volver a lo simple.
Una llamada a los estudiantes, un momento de conexión digital para permitir lo emotivo, el uso de materiales que no solo se preocupen por los saberes específicos, sino también por la creación de historias, por la descripción del día a día, por la instalación de mensajes formativos en las redes disponibles… Esta, al final, es una pregunta que tendremos que resolver como sociedad.
Y frente a ello, creemos que hay tres retos fundamentales
Hacer que la escuela, y sobre todo la educación, trascienda los límites de la sede educativa y que se mantengan los vínculos con los estudiantes.
Apelar a medios y lenguajes que favorezcan las reflexiones educativas. Sí a los medios virtuales, pero también sí a lo análogo, a la radio comunitaria, a la reflexión sobre contenidos televisivos, a la lectura del entorno como detonador de preguntas, entre otros.
Fortalecer comunidades de interaprendizaje. Reconocer que lo que hace mi compañero maestro es un referente para mi propia práctica pedagógica.
Por eso, la actual situación ha implicado que los encuentros presenciales con maestras y maestros estén postergados. Esto ha significado para el equipo de formación de Proantioquia concentrarase en el diseño de materiales para docentes que puedan ser adaptados en función de procesos de educación no presencial.
Los retos son compartidos: a los maestros y a la sociedad, confianza, respeto y reconocimiento
Creemos que los maestros y maestras son líderes de la transformación de este país; reconocemos en ellos un ejercicio potente de acompañamiento, no solo a los estudiantes sino a las comunidades; reconocemos en ellos ese liderazgo y queremos construir, de manera conjunta, nuevas formas de hacer de la escuela un espacio para la inclusión y la diversidad.
Por eso, y teniendo como marco el mes de mayo, en que se celebra el Día del Maestro, para nosotros es fundamental darles un mensaje de gratitud y reconocimiento permanente por su oficio, su labor y su compromiso.
También es clave hablarle a la sociedad, Hay dos mensajes importantes para compartirles: uno, que hay que confiar en los maestros, que hay que confiar en que están haciendo un trabajo poderoso, inteligente y responsable, y que, en muy buena medida, toda la formación ciudadana del país ha sido liderada por ellos.
Y dos, que volvamos la mirada sobre la escuela, que la abracemos, pues la escuela no es la sede educativa. La escuela es un espacio de relaciones y encuentros con el saber y la vida. En este sentido, abrazar la escuela es abrazar la posibilidad de aprender, de relacionarme con el otro, de dar voz a los que piensan diferente, de hacer de la propia casa un espacio para discutir, socializar, construir.
Asi mismo, abrazar a los maestros y maestras significa abrazar a esos compañeros que me hacen preguntas; que me cuestionan para que lo que aprendo cobre sentido, me permita pensar y pensarme; que me ayude a tejer puentes entre cosas que sentía muy distantes, y al final son cercanas.
Abrazar la escuela y abrazar a los maestros y maestras es, en últimas, abrazar la posibilidad de aprender.
En síntesis...
Hoy tenemos retos importantes como sociedad para generar, mantener y fortalecer los vínculos que nos permitan avanzar de manera conjunta hacia objetivos comunes que propendan por la inclusión, el respeto, la equidad; y al reconocer el papel protagónico de la educación y de los maestros en el desarrollo de los territorios y de sus habitantes, agradecemos su labor en esta tarea colectiva; valoramos su compromiso y apoyamos su quehacer.
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